LINFEDEMA
Además de las arterias y las venas, existe otro tipo de circulación que se conoce como linfa, que pasa dentro de los vasos linfáticos. Normalmente pasan desapercibidos, hasta que se obstruyen y causan una hinchazón progresiva y persistente, conocido como linfedema.
Puede ser congénito, espontáneo, o secundario a enfermedades o procedimientos. En extremidades superiores suele ser secundario a cáncer de mama, ya sea postquirúrgico o por radioterapia.
En extremidades inferiores suele ser por infecciones recurrentes, traumatismos o cirugías.
El síntoma principal es la hinchazón de la extremidad, progresiva e indolora, con cambios tróficos en la piel, como es la piel de naranja, endurecimiento y la aparición de verrugas.
El diagnóstico se realiza durante la exploración física, el cual puede complementarse con una linfogammagrafía.
No existe tratamiento curativo para esta enfermedad, la cual es crónica y progresiva, por lo que el tratamiento debe continuar por el resto de la vida. Este consiste en: masaje linfático para drenaje, terapia compresiva multicapa, medidas posturales, así como cuidado de la piel y complicaciones de infecciones de tejidos blandos.
El manejo quirúrgico no ha demostrado ser útil en esta patología, sin embargo se encuentra en etapa experimental y en ocasiones puede observarse cierta mejoría.